La mayoría de usuarios experimenta una mejor experiencia que con la tele anterior, pero eso es algo esperable ya que estamos sustituyendo una pantalla más antigua. Los más exquisitos o versados en la materia conocerán que hay un proceso de calibración con el que poder sacar el mejor rendimiento de la tele.
Que no te asalten las dudas. Ni es necesario recurrir a un profesional ni hace falta adquirir ningún accesorio especial. Con un poco de paciencia, curiosear en los menús de la tele y la ayuda de internet, podemos mejorar mucho la calidad de imagen. Nuestra intención es llevarla hasta un punto de calibración básico e ideal.
Cómo ver el televisor es algo bastante subjetivo, pero al mismo tiempo es necesario que los colores se muestren cercanos a los que capturó el creador del contenido. En otro caso no estaríamos viendo con fidelidad los tonos: imagina estar disfrutando de ‘Los Simpson’ y que los personajes luzcan naranja en lugar de amarillo.
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo ver un evento deportivo que el telediario o un videojuego. También tenemos condicionantes como la fuente de la imagen, las características del propio aparato, las necesidades de visualización de los contenidos o el momento del día en que los vemos. En definitiva, adaptarlo a nuestra situación de visualización concreta.
En la búsqueda del patrón de ajuste
Existe hardware dedicado a la calibración y técnicos que podrían hacer el trabajo en cinco minutos, pero nuestra idea es que un usuario doméstico pueda poner su tele al día guiándose de cartas de calibración. Hablamos de un conjunto de patrones visuales, con colores y líneas que se utilizan como referencia para obtener el ajuste correcto de los diferentes parámetros de tu televisor.
Podemos encontrar imágenes estáticas de los propios fabricantes. También existen vídeos en los que se reproducen patrones. La forma de ejecutar este contenido en tu televisor puede ser variada, desde introducirlo a través de una memoria externa hasta reproducir YouTube.
Al margen de patrones, es recomendable buscar tu modelo concreto de televisor en la red. Existen foros especializados -recomendamos la lista de FlatPanels– que ya han calibrado de una manera general los principales parámetros. Nos será de gran ayuda para conseguir una primera calibración óptima.
Antes de calibrar: desconecta todo
El punto de partida ideal es el de volver a los ajustes de fábrica, al tiempo que desactivamos cualquier tecnología y filtro que utiliza la tele para mejorar la imagen. También desconectar los modos predefinidos que nos ofrece la tele, como “deporte”, “juegos” o “cine”. Si nos parecen correctos sus efectos, los volvemos a conectar tras la calibración.
La iluminación de la sala tiene que ser la correcta. Ni vamos a calibrar con toda la luz de la ventana cegándonos ni lo vamos a hacer a oscuras. También debemos guardar la distancia a la que vamos a ver normalmente la tele.
Los muy sibaritas de las configuraciones optan por tener dos perfiles diferentes para la noche y el día. Algo que podemos guardar entre las configuraciones. Lo normal es subir el nivel de la luz LED u OLED durante el día, especialmente si la tele está cerca de una ventana. Por la noche, todo lo contrario, para obtener mejores negros.
Los puntos básicos que debemos ajustar
Cuando hablamos de trabajar los parámetros básicos de la tele, hacemos referencia a valores que todos los modelos pueden modificar. Eso sí, nos encontraremos con menús de configuración diferentes para acceder a ellos.
Nivel de brillo
Si eres usuario de Instagram conocerás los efectos de subir la intensidad del brillo: con el valor a tope la imagen se llena de luz, los negros parecen grises, todo queda descolorido y se pierden los detalles. En el comportamiento opuesto, todo queda muy oscuro y apenas podemos distinguir matices. Elegir el punto ideal de brillo es esencial para una buena visualización.
Para el ajuste podemos usar el vídeo de referencia que introduce este punto. Solo hay que comenzar con todo en negro e ir subiendo poco a poco hasta que veamos parpadear unas barras grises en la derecha; pararemos cuando se vean desde la número 17 en adelante.
El contraste ideal
Complementario al brillo, el contraste nos va a permitir jugar con el nivel de blancos y de iluminación total de la imagen. Usando la plantilla anterior en la pantalla, podemos comenzar por colocar el nivel al máximo para recibir una imagen llamativa, pero que adolece de zonas claras saturadas y poco detalle en los blancos.
Iremos bajando el contraste hasta que podamos diferenciar las transiciones entre las diferentes tonalidades. La recomendación es conseguir ver al menos la diferencia entre “White (235)” y la columna de su izquierda.
Jugando con el color: temperatura y saturación
Es posiblemente el proceso más complejo o personal, ya que cada uno percibimos los colores de una manera y tenemos unos gustos diferentes.
- En primer lugar podemos jugar con la temperatura de color, que nos permite cambiar la imagen hacia una tonalidad más azul (fría) o amarilla (cálido). Lo ideal es situar el parámetro en un punto intermedio.
- En segunda instancia está la saturación, que podemos ajustar con un patrón como el que os presentamos al iniciar el punto. Nos permite diferenciar colores por separado. Si alguno lo vemos muy parecido, es que tenemos la saturación muy alta.
Nitidez
Cuando hablamos de manipular el detalle de lo que vemos, en los televisores se traduce como nitidez o sharpen. Consiste en hacer que la imagen sea más borrosa o más detallada. Es un parámetro que gana muchos enteros con la aparición de paneles con mayor resolución.
Lo lógico sería apostar por subir el detalle al máximo, pero en la práctica no es tan interesante, ya que comienzan a aparecer bordes dentados, efecto Moiré y artefactos. En definitiva, una imagen demasiado digital.
Para calibrar este aspecto podemos hacer uso de patrones como el que compartimos, sentándonos a la distancia habitual de visionado.
Un calibrado perfecto para la tele ideal
El televisor es uno de los regalos – o caprichos – más deseados en todas las épocas del año. A todo el mundo le gusta ver los contenidos con un tamaño mayor, con mejor calidad y nuevas funcionalidades.
Afortunadamente el sector del televisor se renueva a una gran velocidad permitiendo que podamos comprar modelos mucho mejores que lo que teníamos hace un lustro, a precios realmente bajos.
Una buena prueba de ello la tenemos en la selección disponible en la tienda Orange, con las mejores ofertas para clientes y toda la facilidad de pagar a plazos.
Por Kote Puerto
Imagen | Howard Bouchevereau | Andres Jasso | x)