“¿Qué quieres ser de mayor?” es la pregunta más recurrente que se hace a cualquier niño. Y, aunque muchos responden que futbolistas o médicos, la realidad es que en el futuro las profesiones más buscadas estarán relacionadas con la tecnología.
Pero, ¿cómo acercar a los pequeños a herramientas que ni siquiera los adultos llegan a entender? Quizá apostando por recursos como Lua, un lenguaje de programación muy sencillo, perfecto para que cualquiera (no solo niños) se inicie en la codificación.
Es una de las mejores opciones porque su sintaxis es más simple que la de otros lenguajes y se sirve de menos líneas de código. Emplea un sistema de paradigmas múltiples, lo que significa que sus características generales pueden usarse para resolver muchas situaciones diferentes.
‘Lua’ significa ‘luna’ en portugués y fue creado en 1993 por tres programadores de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (Brasil). Hasta principios de los noventa era muy difícil importar software y equipos informáticos al país. Por ello, estos tres ingenieros decidieron crear su propio lenguaje de programación, con un desempeño asequible, práctico y basado en estructuras de C y Perl.
Además, si buscas otras herramientas para aprender a programar al lado de tus hijos, Scratch es un lenguaje de programación muy fácil de usar para padres e hijos.
Ventajas de Lua como lenguaje de programación
- Velocidad. Al ser directo y ligero, se ejecuta de forma veloz. Está considerado como el lenguaje de secuencias de comandos interpretados (scripts) más rápido.
- Es compacto. Utiliza una única estructura de datos para elementos tan variados como vectores, conjuntos, tablas, listas o registros.
- Portabilidad. Es posible usarlo en diferentes plataformas con un compilador C. Se ejecuta en Unix, Windows, dispositivos móviles y microprocesadores integrados
- Capacidad de expansión. Su API se integra fácilmente con otros lenguajes. Por ello se emplea para ampliar programas escritos en C, C++, Java, Perl… Y viceversa, programas desarrollados en Lua pueden extenderse y modificarse con otros lenguajes, sin necesidad de tener el código fuente.
- Simplicidad. En la web de Lua, hablan del uso de ‘metamecanismos’ para implementar funciones. Se trata de un lenguaje pequeño pero con una semántica poderosa y extendible.
- Pequeño tamaño. El uso de Lua como lenguaje de programación mantiene la ligereza de los programas y aplicaciones. El código fuente y su documentación es de 1,3 megabytes. Su fuente contiene menos de 30 000 líneas de C.
- Es gratuito. Distribuido bajo licencia MIT, es open source y es posible utilizarlo para cualquier finalidad, también usos comerciales.
- Una comunidad fuerte. El poder de las herramientas de código abierto radica en sus comunidades activas y colaborativas. Algunos puntos de encuentro para conocer a más usuarios de Lua son la web lua-users.org y la lista de correo con expertos en la materia. Asimismo, animan a los usuarios a escribir herramientas y bibliotecas, responder a preguntas en sus foros y contribuir a su wiki.
Un lenguaje elemental
Sin entrar en demasiadas complejidades, vamos a explicar algunos de los fundamentos que convierten a Lua en un lenguaje de programación tan práctico.
Solo tiene 20 palabras clave definidas. Sus bloques de funciones usan expresiones clave como ‘goto’, ‘end’ o ‘else’. Además, es posible anidar los bloques entre sí.
La sintaxis es muy sencilla. Se puede usar el punto y coma para terminar las sentencias, omitir los paréntesis en la función print y prescindir de las llaves ({}) que delimitan los códigos de condicionantes, bucles y funciones. Así funcionan sus elementos básicos:
- Condicionantes. Todas las condiciones se realizan a partir de ‘if’, ‘elseif’ y ‘else’. No hay switch-case.
- Bucles. Hay tres tipos: ‘while’, ‘repeat-until’ y ‘for’, y sirven para repetir un proceso.
- Funciones. Se definen con la palabra ‘function’, al igual que en C, C++ y Java. No es necesario que los parámetros vayan entre paréntesis.
- Tablas. Son la única estructura de datos de Lua y empiezan con el índice a 1.
- Programación orientada a objetos. También permite la OOP, entendiendo el objeto como una tabla y usando ‘module’ para crear clases.
Lua para niños
Lua se diseñó para no tener limitaciones, por lo que se podría decir que la versatilidad de su uso se extiende de forma infinita. Aunque se ha usado para configurar programas como VLC Media Player y Adobe Photoshop Lightroom, con analizadores de red, servidores web y bases de datos, su uso más conocido es dentro del mundo de los videojuegos. Por ejemplo, se emplea para que los motores de juego separen las configuraciones y los personajes, por lo que se puede desarrollar un único motor para varios juegos.
Esa facilidad de uso y el atractivo que supone el universo de los videojuegos convierten a Lua en un lenguaje de programación perfecto para los niños. Un buen ejemplo es Roblox, que anima que los usuarios creen sus propios universos gracias al motor de Roblox Studio. El lenguaje que se utiliza es Roblox Lua, una variación de Lua específica para este juego.
Así, una buena iniciativa para animar a los más pequeños a adentrarse en la codificación será inscribirles en los numerosos talleres y cursos virtuales que existen sobre este videojuego, para que aprender a programar sea el juego más divertido.
Por Noelia Martínez
Imágenes | Lua, Emile Perron on Unsplash, Roblox Studio, Thomas Park/Unsplash