Hasta qué punto nos escuchan nuestros móviles y asistentes virtuales

Consejos y trucos

Hay quien sospecha que si habla en voz alta sobre algo, cerca del móvil, pronto comenzará a recibir publicidad de ese producto en sus dispositivos inteligentes. También es común pensar que los asistentes virtuales están siempre escuchando. Analizamos hasta qué punto lo hacen y cuáles son los límites de esta publicidad dirigida.

A todos nos ha pasado. Estamos charlando con nuestra pareja o algún amigo y sacamos a colación un tema concreto. Al poco tiempo, incluso en minutos, empiezan a aparecer anuncios en nuestros perfiles sociales de productos relacionados. Este hecho tan frecuente ha hecho disparar las teorías conspirativas.

No solo tu cuñado piensa que el móvil te espía

Incluso si esto no nos ha ocurrido, internet está lleno de publicaciones de todo tipo en las que se intenta ‘demostrar’ que así sucede. Son artículos y vídeos en los que los usuarios lanzan mensajes concretos al alcance de sus smartphones y dispositivos inteligentes. Luego ‘prueban’ sus teorías de que los algoritmos se adaptan de inmediato a la búsqueda deseada.

Se podría creer que estas explicaciones solo convencen a aquellos más proclives a creer en pensamientos de tipo conspirativo, pero no son los únicos. Personas a las que polémicas sobre privacidad y tecnología han afectado de una manera directa, como el ex empleado de la CIA y ahora consultor tecnológico Edward Snowden, sostienen, sin ningún tipo de duda, que nuestros móviles nos espían.

How Your Phone Is Spying On You | Edward Snowden

De hecho, ese es justo uno de los temas que más se debaten en un documental tan perturbador como ‘El dilema social’. En él, algunos de los pioneros de Silicon Valley (Estados Unidos) se preguntan si quizás, por error u omisión, han creado y alimentado a un ‘monstruo’ capaz de acabar con la civilización actual. 

¿Qué dicen los estudios al respecto?

En cuanto a tecnología, no solo es posible, sino real. Un móvil moderno tiene micrófono, cámara, GPS y más herramientas que le permiten vernos, escucharnos y localizarnos a tiempo real. Además, sea un modelo con sistema operativo Android o iOS, casi con toda probabilidad contará con un asistente de voz. Siempre listo para salir en nuestra ayuda en cuanto se lo pidamos.

Hay pocos estudios serios realizados hasta el momento. En uno de ellos, puesto en práctica por una compañía especializada en ciberseguridad, se intentó emular la conducta de un consumidor tipo. Colocaron encima de la mesa dos móviles, un iPhone y un Samsung. En ambos dejaron abiertas aplicaciones sociales mientras reproducían el audio de anuncios concretos.

Los resultados del experimento fueron tranquilizadores y un ‘jarro de agua fría’ para los aficionados a las conspiranoias. No hubo evidencia contundente de que los teléfonos o las aplicaciones abiertas en ellos estuvieran escuchando en secreto, a pesar de que se le concedieron todos los permisos necesarios para hacerlo. Los datos transferidos fueron los lógicos, dentro de un comportamiento normal.

Explicaciones para el fenómeno del ‘espionaje’ móvil

El resultado de este estudio no explica por qué se producen con tanta profusión esas misteriosas coincidencias entre conversaciones y publicidad. Si esta es capaz de anticiparse tanto a nuestros intereses, pero el móvil no nos espía, ¿es entonces producto de la magia? Es probable que no. Hay varias razones que lo explican con cierta coherencia.

Una puede ser el equívoco. En más ocasiones de las que nos gustaría reconocer habremos activado sin querer los servicios de Siri, Alexa, Cortana o el Asistente de Google. En teoría, mientras más los usemos, mejor reconocerán nuestras voces y acentos. Pero un pequeño desliz y la posibilidad de una activación errónea siempre está presente.

La otra es que, nos guste o no, somos bastante predecibles y nuestros acompañantes virtuales nos conocen a la perfección. Aunque no recordemos haber buscado ese producto que ahora nos viene a la mente, es más que probable que hayamos ido dejando pistas digitales por el camino. Tanto es así que se avanza hacia un modelo donde las predicciones serán perfectas.

La configuración de la privacidad, nuestro mejor aliado

Estas explicaciones, por otra parte, tienen un reverso tenebroso digno de un episodio de la serie distópica ‘Black Mirror’. El ex trabajador de Google Tristan Harris, interesado por las consecuencias éticas del diseño de los algoritmos, afirma que estos han desarrollado una especie de muñecos vudú en versión online. Avatares capaces de emular comportamientos futuros basándose en nuestros datos y la inteligencia artificial.

Son pensamientos jugosos, desde luego, pero la realidad siempre resulta más aburrida. Si no somos un político o una celebridad pública, lo más seguro es que a los ‘cibercacos’ no les interese esforzarse demasiado en conseguir este tipo de datos. Esto no quiere decir que no debamos apostar por una navegación segura y tener en cuenta consejos básicos de ciberseguridad, en el trabajo y de vacaciones.

Por último, hay un aliado fundamental de nuestro lado: la configuración. Al vivir rodeados por móviles, tabletas, ordenadores, asistentes virtuales y otros dispositivos smart como las televisiones, conviene repasar bien qué permisos les otorgamos. Y aunque sea tedioso, también leernos todos los términos y condiciones. Como dice la famosa cita, si no pagamos por el producto, el producto somos nosotros.

Por Pablo Vinuesa

Imágenes | Portada: foto de Dan Nelson en Unsplash; interiores: YouTube con Edward Snowden de Video Innovation y foto de Towfiqu Barbhuiya en Unsplash.

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