Un procesador es el ‘cerebro’ del ordenador. La unidad que se encarga de recibir, comprender y transmitir las órdenes para que el equipo funcione.
Entre todos los fabricantes, los procesadores de Intel, una empresa fundada a finales de los sesenta, son un gran referente. Mientras que otros apostaban por un mercado empresarial, desde Intel siempre creyeron que los ordenadores debían llegar a las personas.
Generaciones de procesadores
En 2006, Intel empezó a trabajar con tecnología multinúcleo, una arquitectura a la que llamó Intel Core y que permitió aumentar el rendimiento de las CPU. A finales de 2009, la compañía presentó la primera generación de las gamas actuales de procesadores. Cada año estrena una nueva gama con mejoras en su fabricación, por lo que hablar de Intel es hablar de la historia de la informática.
Las primeras generaciones
Esa primera generación se llamó Nehalem. Según el modelo, contenían de dos a ocho núcleos (unidad de procesamiento que ejecuta las instrucciones) y significaron la llegada de los i5 e i7. La segunda generación, en 2011, fue Sandy Bridge.
En 2012, se lanzó Ivy Bridge que, aunque soportaba memoria RAM de casi 2.000 MHz y vídeos en 4K, despertó críticas por alcanzar temperaturas demasiado altas.
Novedades anuales
La cuarta generación fue Haswell, una de las famosas de Intel por sus buenos resultados. Entre sus mejoras, el lanzamiento del chipset Z97.
Broadwell, en 2014, bajó a los 14 nanómetros en la fabricación de sus componentes, por lo que se podía reducir el tamaño del chip o incluir más transistores.
2015 supone el aterrizaje de la sexta generación, Skylake. Su novedad más interesante fue la presentación del socket LGA 1151 para escritorio.
Fuerte competencia
La siguiente generación fue Kaby Lake, una familia con gran repercusión en portátiles. Por otro lado, se alcanzaron los 18 núcleos y se consiguieron frecuencias base y turbo más altas.
En 2017, AMD revolucionó el mercado con sus primeros procesadores Ryzen, e Intel ‘contraatacó’ con Coffee Lake. Trajo mejoras en la configuración de núcleos e hilos (el flujo de control de datos que permite simultanear tareas), afectando a los i3, i5 e i7.
Coffe Lake Refresh, de 2018, presentó la gama de los Core i9, una plataforma de escritorio con ocho núcleos y 16 hilos. Su procesador más popular fue i9-9900KS, capaz de llegar a los 5 GHz.
La décima generación presentó a Ice Lake. Basada en la nueva arquitectura Sunny Cove, bajó hasta los 10 nanómetros en su fabricación y es la herramienta base con que se diseñan los nuevos procesadores Intel.
Los mejores procesadores Intel de la actualidad
A la hora de decantarse por un procesador, es fundamental saber qué uso se va a dar a ese ordenador: ofimático, gamer o profesional. Y, después, comprobar que es compatible con la placa base del equipo.
Intel Core i5-10600K
Con seis núcleos y 12 hilos, tiene una interesante relación calidad-precio, pues garantiza un resultado óptimo para hacer overclock. Su velocidad base es de 4,1 GHz, pero con su reloj de impulso puede llegar a los 4,8 GHz.
Intel Core i3-9100F
Aunque pertenece a la novena generación, ofrece gran rendimiento a un precio muy competitivo. Con cuatro núcleos y cuatro hilos, su frecuencia base, de 3,6 GHz, se dispara hasta los 4,2 GHz en frecuencias turbo. Y es que, aunque su TDP (Thermal Design Power, referente a la cantidad máxima de calor que puede llegar a producir en un escenario extremo), de 65 W, no parece muy alta, la eficiencia energética del procesador consigue frecuencias muy elevadas.
Intel Core i7-10700K
Es un procesador de gama alta, especialmente diseñado para gamers. Cuenta con ocho núcleos y 16 hilos, además de una frecuencia turbo de 5,1 GHz. Con tecnología Intel Turbo Max 3.0, su TDP es de 125 W. Eso sí, solo es compatible con placas base basada en chipset serie 400.
Intel i9-10980XE
Se trata de uno de los procesadores más potentes gracias a la arquitectura Cascade Lake-X y la tecnología HyperTheading que le dotan de 18 núcleos y 36 hilos. Su frecuencia base de 3 GHz es capaz de alcanzar los 5,1 GHz según test previos. Está pensado para diseñadores y profesionales del vídeo.
Principales diferencias con AMD
Durante muchos años, los procesadores Intel no tuvieron rival. Pero la empresa AMD se convirtió en un fuerte competidor desde que comenzó a trabajar con la arquitectura Zen.
La gran diferencia entre ambas es que Intel usa una arquitectura de núcleo monolítico que integra todos sus núcleos en una única pastilla. Esto supone:
- Frecuencias de trabajo más altas.
- Mayor capacidad de overclocking.
- Menor latencia caché.
- Dependencia menor de la memoria RAM.
No obstante, muchos escogen a AMD por su relación calidad-precio, ya que, con un precio menor, ofrece prestaciones muy sólidas. También destacan por su baja temperatura, su menor consumo energético y su mayor número de núcleos.
Tiger Lake, la undécima generación
A principios del pasado mes de septiembre, Intel presentó su nueva generación de procesadores. Diseñados para portátiles con gráficos integrados Iris Xe, es una propuesta 2,7 veces más veloz en la generación de contenido y dos veces más rápida en rendimiento gaming.
Construido con una litografía de 10 nanómetro, su producto estrella es el Core i7-1185G7, que han presentado como el procesador más rápido del mercado. Con él, por ejemplo, se podría ejecutar una inteligencia artificial capaz de aislar el sonido en una videoconferencia, tal y como explicó la ingeniera de producto de Intel, Ksenia Chisltyakova, durante el CES.
Por Noelia Martínez
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