8 innovaciones en telefonía que popularizó el iPhone, pero no inventó

Innovación

El primer iPhone llegó a nuestras vidas en 2007. Un dispositivo que, al margen del éxito que tuvo en ventas, le dijo al mundo cómo tenía que ser un teléfono. Sentó las bases de ese smartphone que toda la industria estaba buscando. Hablamos de una pantalla táctil de generoso tamaño, potencia de proceso y conectividad a la altura y, al poco tiempo de su presentación, una tienda de aplicaciones que revolucionó el mercado móvil.

A día de hoy, el iPhone es el teléfono más icónico y deseado y el más vendido en la gama alta. Echamos la vista atrás para, sin restarle valor al teléfono de Apple, repasar las innovaciones más importantes aparecidas del sector móvil y comprobar que, en realidad, llegaron antes a otros dispositivos. Aunque el iPhone no fuera el ‘inventor’, es cierto que muchas especificaciones se hicieron indispensables a partir de su estreno. 

Múltiples cámaras para todo tipo de fotografías

Se ha demostrado que la mejor manera de conseguir captar todo tipo de situaciones en un teléfono es contar con diferentes focales. El principal problema de un dispositivo de estas características es el pequeño grosor que hay para colocar un objetivo que cubra las opciones más interesantes para el día a día: gran angular, teleobjetivo, macro, etcétera.

Los ingenieros de HTC fueron los primeros en 2014 en introducir dos cámaras en su One M8: una normal y otra que era un sensor para medir la profundidad de los elementos de la escena. Aunque el título deberíamos otorgarlo al LG G5 (2016), un teléfono que ofrecía una cámara normal de alta resolución y una con un gran angular de 135 grados. Podíamos cambiar de una a otra a nuestro antojo.

A partir de ahí llegaron múltiples combinaciones de cámaras y experimentos de todas las compañías. El primero en el catálogo de Apple fue el iPhone 7 Plus, con un teleobjetivo como segunda cámara. Su capacidad para mejorar los retratos combinando las dos cámaras sentaron un precedente y ejemplo de la nueva fotografía computacional.

La pantalla, mejor OLED

La llegada de la pantalla OLED al iPhone se hizo de rogar. En cada nueva generación se esperaba que se produjera el cambio, y en ese tiempo los feroces defensores de Apple seguían argumentando sin mucho fundamento que el LCD era la mejor opción. 

La propia Apple dio la razón a los que apostaban por el OLED al lanzar el iPhone X en 2017. Un tipo de panel que estaba bastante normalizado en la competencia Android, siendo Samsung el principal protagonista, tanto por uso como por evolución en la tecnología. 

¿Cuál fue el primer teléfono en usar una pantalla OLED? El primer modelo relevante fue el BenQ-Siemens S88, aparecido en 2006. Pero el más importante de cara al mercado mundial fue el Nokia N86, que presumía de una pantalla de 2,6 pulgadas en 2009.

A día de hoy no se contempla un paso atrás en un iPhone, ni en cualquier competidor que se precie. El presente y futuro a medio plazo es OLED.

La carga más rápida

La tecnología no ha conseguido que los teléfonos mejoren en autonomía, por lo que los fabricantes apostaron por ofrecer cargas más rápidas. Es decir, enchufar el dispositivo unos minutos y contar con baterías para pasar la mitad del día que nos falta.

Apple la popularizó en 2017 a partir del iPhone X y las variantes de iPhone 8, pero no lo hizo con un sistema muy potente o destacable. Para encontrar un primer referente nos tenemos que ir hasta 2014, de la mano de OPPO y su sistema VOOC. La gran evolución se consiguió gracias al empleo de un cargador especial.

La carga sin cables, la más cómoda

Es posible que no sea tan rápida como la carga convencional, pero, una vez que pruebas la carga por contacto inalámbrico, ya no hay marcha atrás. Nada de estar jugando con conectores o posiciones del teléfono sobre la mesa; es solo cuestión de depositarlo en la base de carga.

Esta funcionalidad se la tenemos que agradecer a Nokia, ya en manos de Microsoft, y su teléfono Lumia 920 (2012). Podemos decir que fue el primer dispositivo para el gran público que usó el estándar de carga inalámbrica Qi. En 2018 llegó la posibilidad con el iPhone 8. Ahora, pocas marcas de gama alta se atreven a sacar un teléfono al mercado sin esta especificación. 

El sensor de huellas

Unos prefieren usar su huella, otros usuarios ponen la cara. Sea como sea, ninguna de las opciones fueron introducidas en el mercado por Apple, pero como con muchas otras especificaciones, las relacionamos con el iPhone.

Nos tenemos que remontar al 2011 para conocer un Motorola Atrix que ya contaba con sensor de huellas (parte superior trasera en la imagen), un par de años antes de que el iPhone 5S lo popularizara. Al César, lo que es del César: Apple lo implementó con un sistema capacitivo que era tan rápido como eficaz.

El reconocimiento facial

En cuanto al reconocimiento de nuestro rostro, fue una de las cartas de presentación del iPhone X en 2017, pero es una funcionalidad que ya estaba integrada en la versión 4 de Android 4 (2011). El Motorola Atrix 2, en 2012, utilizaba la cámara frontal para hacer el reconocimiento.

Sin prisas con el 3G, 4G o el 5G

Es imposible separar las innovaciones tecnológicas de la telefonía móvil de la conectividad imperante en cada momento. De alguna manera, marca la generación en la que se encuentra un teléfono. No cabe duda de que contar con 4G permite una conexión más rápida y estable que con 3G. 

En este tipo de evoluciones, Apple no suele llevar la voz cantante; suele esperar a que la infraestructura de redes esté madura y tenga sentido lanzar un teléfono compatible. Por esto es muy larga la lista de dispositivos que se adelantaron a los diferentes iPhone. En la actualidad, todos los modelos son compatibles con las modernas redes 5G.

Apple sí se anticipó con los asistentes virtuales

Si hablamos de un asistente de voz dentro de un teléfono, entonces el crédito es para Apple, que introdujo a Siri en el iPhone 4S allá a comienzos de 2010. Los principales competidores en asistentes virtuales, Google y Amazon, tardaron poco más. 

Google llevaba muchos años trabajando en el reconocimiento de voz, pero hasta 2012 no lo materializó en Google Now, que después pasó a llamarse el Asistente de Google. Ahora está en todo tipo de dispositivos, al igual que Alexa de Amazon, que han sobrepasado a Siri en comprensión y utilidad.

Por Kote Puerto

Imágenes | Omid Armin/Unsplash | Pikrepo | Mathieu Improvisato

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