Año 2045. Wade sobrevive en un mundo sombrío, donde el bienestar humano es un recuerdo cada vez más lejano. Sin embargo, en Oasis todo es diferente. Allí puede ser quien realmente quiera ser.
Oasis es un metaverso y Wade el protagonista de ‘Ready Player One’, una película de 2018 en la que Steven Spielberg combina un futuro distópico real con una utopía virtual. Llevamos escuchando hablar del metaverso en el cine y en la literatura desde hace mucho tiempo. Siempre sin salirnos de la ficción. Pero las últimas promesas de Facebook, ahora rebautizado como Meta, podrían convertirlo en realidad.
Buena parte del sector tecnológico considera que no es una utopía y que el metaverso llegará tarde o temprano. La pregunta no es tanto si se hará realidad o no, sino cuándo. Sin embargo, para funcionar, esta fusión de mundo físico y virtual depende de una serie de tecnologías más o menos novedosas. ¿Están listas para la explosión del metaverso?
¿Qué es el metaverso?
El metaverso es, hoy por hoy, una hipótesis. Un mundo virtual en el que las personas puedan moverse e interactuar como hacen en el mundo real. El término no es nuevo y fue popularizado por la novela de ciencia ficción ‘Snow Crash’ en 1992. De hecho, hay quien ha probado ya a hacerlo realidad. El videojuego ‘Second Life’, lanzado a principios de siglo, no es más que un intento de metaverso.
Sin embargo, tal como señalan en este artículo Rabindra Ratan y Iming Lei, investigadores de la Universidad de Michigan, un metaverso capaz de funcionar por completo como el mundo real debe cumplir tres características básicas:
- Presencia. El usuario debe sentir que está en un espacio virtual en el que es capaz de interactuar con otros seres virtuales tal como lo haría en el mundo real. Esta sensación mejora gracias a tecnologías inmersivas como los cascos o las gafas de realidad virtual.
- Interoperabilidad. Para ocupar el espacio del mundo real, el metaverso debe ser interoperable. Es decir, debe permitir a los usuarios saltar entre mundos y plataformas sin abandonar el metaverso.
- Estandarización. Para cumplir el punto anterior es necesaria la estandarización de la tecnología y de las comunicaciones.
Con estos tres elementos en mente, Facebook ha presentado su idea de metaverso: un conjunto de espacios virtuales para compartir con otros usuarios independientemente del lugar físico en el que se encuentren. Estará pensado y diseñado para entretenerse, jugar, trabajar, crear, aprender o comprar.
Para hacerlo realidad, la compañía señala que hace falta el compromiso de todas las compañías digitales (“el metaverso debe existir tanto si Facebook está ahí como si no”, dicen). A nivel tecnológico, reconocen, además, que algunas tecnologías no están del todo maduras y que el metaverso tal como lo han ideado no estará completo hasta al menos dentro de 10 o 15 años.
La tecnología del metaverso
La realización del metaverso depende, en gran medida, de la tecnología. No es posible sentir que estás en el mundo virtual si la imagen en las gafas de realidad aumentada avanza a trompicones. Y no es posible interactuar en un juego si el gesto que haces con una mano tarda varios segundos en corresponderse con un movimiento virtual. Para los expertos de Orange, este el estado real de la tecnología que hará posible el metaverso:
- Realidad virtual y aumentada como puerta de entrada. El desarrollo de las llamadas tecnologías inmersivas ha sido continuado en los últimos años. Casi todas las compañías tecnológicas han puesto su pie en este sector (Facebook compró Oculus VR en 2014, Snapchat lanzó sus Spectacles en 2016, TikTok compró Pico el año pasado y Orange está trabajando con la startup china Nreal). Las tecnologías de realidad virtual y aumentada tienen mucho camino por delante, pero lo cierto es que ya se han implementado con éxito en el mundo del juego y en el ámbito laboral. Durante los próximos años, se espera que un número creciente de experiencias inmersivas las pongan a prueba e impulsen su desarrollo.
- Descentralización para la baja latencia y la seguridad de los datos. Si todo el planeta va a estar conectado a un mundo virtual construido sobre cantidades inimaginables de datos, la computación en la nube, tal como está planteada, tendrá problemas para gestionar toda esa información. El futuro pasa por la llamada edge computing, un sistema distribuido y descentralizado que acerca la computación en la nube a los dispositivos. Esto permite, por un lado, reducir las distancias y la latencia (clave en una experiencia realmente inmersiva) y reforzar la seguridad de los datos.
- El 5G y la interoperabilidad. El despliegue de las redes de quinta generación y el aumento de la penetración de los servicios 5G durante los próximos años será clave para el desarrollo del metaverso. Mejorará el ancho de banda, reducirá la saturación y la latencia de la red y facilitará la interoperabilidad una vez el nuevo universo virtual esté en marcha. Para hacer posible un metaverso interoperable, es necesario que toda la cadena de valor tecnológica trabaje en la misma dirección, algo que facilitará también el 5G.
El mundo aumentado, en el que se fusionan las experiencias físicas con las virtuales, está un poco más cerca gracias al avance de la tecnología. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer para desarrollar y armonizar todos los elementos que son necesarios para crear un metaverso completamente funcional.
Imágenes | Facebook