La Unión Europea (UE) está un paso más cerca de contar con una carta de principios y derechos digitales que sirva de referencia para la transformación digital de Europa. Tras un largo debate, la Comisión Europea ha presentado el proyecto de declaración de principios y derechos digitales de la Unión.
En los próximos meses, el proyecto se debatirá en el Parlamento y el Consejo, antes de su aprobación definitiva (que es posible que tenga lugar antes del verano). ¿Cuáles son las claves de este documento que quiere ser un punto de referencia para todos los ciudadanos sobre el tipo de transformación digital que la UE promueve y defiende?
Los principios y derechos digitales de la UE
“Queremos tecnologías seguras que sirvan para las personas y que respeten nuestros derechos y valores, también cuando usemos internet. Además, deseamos que todo el mundo esté capacitado para participar de forma activa en nuestras sociedades, cada vez más digitalizadas. Esta declaración nos ofrece un claro punto de referencia en materia de principios y derechos en el mundo en línea”, señaló Margrethe Vestager, vicepresidenta para una Europa Adaptada a la Era Digital y principal valedora del proyecto de carta de derechos.
Además de servir de referencia para todos los ciudadanos de la UE, la declaración también quiere ser una guía de manejo de las nuevas tecnologías para los responsables políticos y las empresas desde el punto de vista legal. El objetivo es que los derechos y libertades contenidos en el marco jurídico de la UE se respeten también en la esfera online. Además, una vez refrendada, la declaración servirá para exportar su planteamiento de transformación digital al resto del mundo.
De acuerdo con el proyecto presentado por la Comisión, los principios y derechos se articularán alrededor de seis categorías.
1. Prioridad a las personas
Las tecnologías digitales deben servir para proteger los derechos de las personas y la democracia y garantizar que todos los actores digitales actúen con responsabilidad y seguridad. Mediante esta declaración, la UE se compromete, entre otras cosas, a:
- Fortalecer el marco democrático de la transformación digital.
- Adoptar medidas para que los valores y los derechos de los europeos se respeten dentro y fuera de internet.
- Fomentar la responsabilidad de los agentes digitales, públicos y privados.
2. Tecnología solidaria e inclusiva
La digitalización nunca debe servir para dividir a las personas. Por ello, debe garantizarse que todos los ciudadanos tengan acceso a internet y a las competencias digitales necesarias para sacarle partido. Este apartado incluye derechos como, por ejemplo:
- Toda persona, con independencia del lugar de la UE en que se encuentre, deberá tener acceso a una conexión asequible y de alta velocidad.
- Todos los ciudadanos tienen derecho a la educación, la formación y el aprendizaje permanente. Deberán poder adquirir las capacidades digitales tanto básicas como avanzadas.
- En relación con la digitalización del entorno laboral y el teletrabajo, toda persona tiene derecho a unas condiciones de trabajo equitativas, justas, saludables y seguras con independencia de su situación y modalidad de empleo.
- El acceso online a la totalidad de los servicios públicos esenciales de la UE deberá garantizarse.
3. Libertad de elección
La carta de derechos busca asegurar que las personas puedan tener las capacidades y los conocimientos necesarios para desenvolverse en internet y con las tecnologías digitales, incluyendo aquellas que ganen peso en el futuro cercano, como la inteligencia artificial. En este sentido:
- Toda persona debería estar empoderada para beneficiarse de las ventajas de la inteligencia artificial y estar protegida frente a los riesgos.
- Toda persona debería poder elegir de manera efectiva qué servicios digitales utiliza.
- Y toda persona debería tener la posibilidad de competir en condiciones equitativas en el entorno digital.
4. Participación y democracia
El control de los datos personales y la participación en todos los procesos democráticos también deberán estar garantizados por la carta de derechos y principios digitales. Así, esta recogerá:
- El acceso a un entorno digital fiable, diverso y multilingüe.
- El derecho a la libertad de expresión en el entorno digital.
- La disponibilidad de medios para que cada ciudadano pueda saber quién posee o controla los servicios de comunicación que utiliza.
- El apoyo al debate democrático libre por parte de las grandes plataformas digitales, teniendo en cuenta su papel como configuradores de la opinión y el discurso públicos.
5. Seguridad, protección y legado digital
El entorno digital debe ser seguro en todos los sentidos y para todos los usuarios, sin tener en cuenta su edad y lugar de origen. Y deben estar empoderados y protegidos. En este sentido:
- Las tecnologías, los productos y los servicios digitales deberán estar diseñados para ser seguros y proteger la intimidad de las personas.
- Toda persona tiene derecho a proteger sus datos personales, a la confidencialidad de sus comunicaciones y a determinar su legado digital.
- Deberá hacerse un esfuerzo para empoderar a los niños y jóvenes para que tomen decisiones seguras en el entorno digital. El bienestar de los menores y su protección frente a todo tipo de delincuencia digital serán prioritarios.
6. Sostenibilidad
Por último, todos los productos y servicios digitales deberán diseñarse, producirse, utilizarse y eliminarse con el objetivo de minimizar los impactos en el medioambiente y promover la economía circular. Además, los usuarios deberán siempre tener acceso a información precisa sobre los efectos ambientales y el consumo energético de los productos digitales que consumen.
Con este proyecto de carta de derechos y principios digitales se pone fin a un largo debate y se responde a la demanda de una parte importante de la ciudadanía. No en vano, más del 70 % de los europeos quiere saber cómo se procesan sus datos cuando usan las redes sociales y un 80 % desearía que se obligase a los fabricantes a hacer más fácil la reparación de los dispositivos digitales.
Por Juan F. Samaniego
Imágenes | Unsplash/Priscilla Du Preez, Arnaud Jaegers, Comisión Europea