Becas STEM ‘Come On’ de Orange: así ha sido la experiencia de las primeras participantes

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Hablamos con la primera promoción de estudiantes que han accedido a las becas Orange para mujeres STEM ‘Come On’. El objetivo de estas es desarrollar talento femenino en posiciones STEM (siglas de Science, Technology, Engineering y Mathematics, es decir, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) a través de unas prácticas formativas. Tras los primeros meses, nos cuentan qué han aprendido, qué ha significado para ellas esta oportunidad y cómo se plantean su futuro cuando acaben su beca.

Rocío del Valle y Marta Urbán son dos de las diez mujeres que disfrutan de la primera promoción de estas becas en las oficinas de Orange en Madrid. Hablamos con ellas para conocer su experiencia en primera persona. Nos cuentan que son felices, que están disfrutando de una gran oportunidad y que repetirían la experiencia sin dudarlo. Apenas han acabado su carrera y ya saben lo que es el ambiente en una gran empresa, colaborar con un equipo, aprender de forma práctica y ser valoradas y respetadas. Y todo ello con una ayuda económica al estudio muy atractiva  

Habilidades que no se aprenden en la carrera

Marta Urbán tiene 25 años y nos explica que en Orange está “muy a gusto porque esta es una beca prémium”. “Más que a nivel académico, estoy adquiriendo habilidades a nivel laboral que no se tienen de estudiante. Estar en un equipo con gente con muchos años de experiencia, cómo se organizan proyectos con mucha gente, redactar un mail profesional, ir a cinco reuniones seguidas… A comportarme como una profesional”, explica. 

Marta Urbán, una de las becadas STEM de Orange.

Ella es estudiante de Ingeniería de Diseño Industrial en la Universidad Antonio de Nebrija. Allí hay unas 5 o 6 mujeres entre cuarenta alumnos. Nos cuenta que siempre ha tenido un perfil artístico y técnico a la vez, y que su asignatura favorita desde niña eran las matemáticas. “Tenía facilidad y me gustaba resolver cosas. Y luego descubrí el dibujo técnico y la tecnología en general, y me daba igual que fuera estudios más ‘de chicos’”, señala.

Reconoce que siempre le ha fastidiado tener que demostrar que era mejor porque no encajaba con los estereotipos. “Algún amigo se ofendió cuando supo que la beca era solo para chicas. ‘¡Pues ya era hora!’, le dije yo”, comenta. No recuerda tener referencias de mujeres en la tecnología o en las áreas STEM, salvo una profesora de matemáticas. “Las ha habido, sí, pero no las conocemos”, dice.

Mientras buscaba trabajo vio un anuncio de la beca de Orange en Linkedin y se apuntó. “No sabía si era ‘postureo’ o no, y ya he visto que no. Me parecen necesarias las iniciativas en las que se le den oportunidades a las mujeres para conseguir la igualdad y equilibrar en el terreno laboral”, explica. Marta desarrolla su beca en el área de estrategia de dispositivos, aunque su sector favorito es el diseño industrial. “Más que pensar en cómo vender, me gusta pensar en cómo crear las cosas”, aclara. Por esa razón, cree que se quedaría encantada en la empresa si hubiera hueco en el área de diseño gráfico. “Y si no, trabajar para Lego, un sueño desde niña. No descarto irme a Europa para acumular más bagaje”, concluye.

Más confianza en ellas mismas

Rocío Del Valle el día de su graduación en Ingeniería de Diseño Industrial.

Su compañera Rocío Del Valle acaba de cumplir 24 años y ha terminado Ingeniería Electrónica Industrial en la Universidad Politécnica de Madrid. Al contrario que Marta, no le gustan tanto las matemáticas. “Lo que me gusta es la tecnología. Siempre he querido ‘cacharrear’ y ser inventora”, afirma. Tienen en común la pasión por Lego, “porque en una exposición vi sus robots y me fascinaron. Así que en el instituto elegí ‘Iniciación a la electricidad y electrónica’ como asignatura, donde era la única chica, y luego comencé a acudir a concursos de robótica”.

Le decían que se metía en cosas ‘de chicos’, “y cuando había trabajos en equipo no querían ponerse conmigo”, explica. Sabe que prevalece la errónea idea de que las mujeres no hacen carreras STEM “porque creen que no somos suficientemente inteligentes o porque vamos a perder feminidad. Definitivamente, no hay que ser más inteligente en este tipo de carreras. Hay que ponerse las pilas y punto”, asegura.

En su ambiente más personal tiene otras tres amigas también ingenieras. Al igual que Marta, tampoco tenía referentes entre mujeres STEM y en la carrera eran seis chicas de 75 alumnos. Sus estudios siempre han estado encaminados hacia su sueño: hacer prótesis de brazos y manos. Le gustaría poder ayudar en iniciativas solidarias creándolas con impresión 3D y acabar trabajando en ello. “Es mi sueño, ayudar a las personas con la tecnología”, señala.

También orienta su futuro hacia la inteligencia artificial. A falta del proyecto fin de carrera, buscaba experiencia laboral y encontró la oportunidad de la beca ‘Come On’ de Orange. “Yo estaba deseando que me cogieran y así fue. Aquí me han introducido en el mundo laboral, he aprendido a hacer networking, he ido a charlas de mujeres influyentes y tengo apoyo constante”, explica con entusiasmo. 

Rocío desarrolla su beca en el departamento de Servicio al Cliente, donde ayuda en la programación de la atención digital asistida del chatbot Djingo. Está encantada porque la beca tiene una buena dotación económica y porque está ganando “mucha autoconfianza”. “Por un lado, me gustaría continuar en este departamento, porque ayudo al cliente a resolver problemas, pero no me cierro a nada. Orange tiene sedes por todo el mundo y puedo tener la oportunidad de trabajar fuera de España”, comenta.

Impulsar el talento femenino

En las carreras tecnológicas solo están matriculadas un 26,1 % de mujeres, lo que repercute en la baja contratación posterior, ya que solo el 30 % de las trabajadoras en España son STEM, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). “Nosotros vimos que era necesario impulsar el talento femenino en estas carreras. Así que lanzamos esta primera convocatoria en septiembre de 2020 para poner nuestro granito de arena”, explican Aníbal Stamati y Judit Cubo, responsables del programa de becas ‘Come On’ en Orange. 

Por ello, decidieron lanzar diez becas, distintas al programa de becas habitual de la compañía, destinadas a chicas que estuvieran estudiando ingenierías y otras carreras STEM, como matemáticas o estadística. Estas becas están pensadas para formar a las estudiantes en proyectos relacionados con la ciberseguridad, el big data, la robótica, la inteligencia artificial, las redes 5G, la nube y en otros perfiles que Orange suele demandar.

https://www.youtube.com/watch?v=MlwnGB8foRQ&t=54s

El éxito es tal que una de las estudiantes, que había estado haciendo las prácticas formativas en el área de ciberseguridad, ha sido contratada. Además de la beca formativa, las estudiantes tienen un itinerario que va desde su acceso a charlas de mujeres técnicas referentes organizadas por Orange, dentro de su programa ‘Mujeres al cuadrado’, hasta su participación en un programa de la Fundación Orange donde contarán su experiencia en institutos y otros centros educativos. Con ello se pretende animar a las adolescentes a estudiar carreras tecnológicas “y empezar desde antes de llegar a las carreras universitarias, donde están aumentando las matriculaciones femeninas, pero hay aún mucho por hacer”, comentan Judit y Aníbal.

Aníbal Stamati y Judit Cubo, responsables del área de Talento, en la sede de Orange.

Las becas cuentan con una dotación económica mensual y con un programa de mentoring. “Además de un tutor, cada una de las estudiantes tiene una mentora que le ayuda en su desarrollo personal y profesional. Son estudiantes muy jóvenes que están en 3º o 4º de carrera y esta sería su primera o segunda experiencia dentro de una empresa”, explica Aníbal. 

Becas con futuro

Con estas becas se pretende desarrollar talento femenino en posiciones STEM y dotar a las estudiantes de las competencias necesarias para desenvolverse en el mundo laboral. Todas han tenido la oportunidad de desarrollar las prácticas en modalidad on line debido a la COVID-19, lo que ha sido también una gran enseñanza. 

El programa dura un año, pero en Orange ya están pensando en el lanzamiento de la siguiente edición. La empresa quiere aumentar los números en materia de diversidad e incorporar más mujeres en áreas en las que todavía la mayoría de los trabajadores son hombres. Además, Orange ofrece todos los años prácticas formativas tutorizadas para distintos perfiles de diferentes titulaciones. Atendiendo, sobre todo, a los perfiles de ingeniería, como empresa ‘telco’ que es, pero también a los de área de negocio y soporte. Todas las prácticas son remuneradas y de un año, para que al finalizar se valore la incorporación en las vacantes junior de la empresa.

Por Marián Álvarez Macías

Imágenes | RODNAE Productions / Pexels  | Marta Urbán | Rocío del Valle

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