Familias cada vez más digitales y conectadas

RSC

En el Día Internacional de la Familia queremos celebrar que la tecnología ha hecho mucho más llevadera la vida de millones de hogares de este país durante la COVID-19. Pero recordar también que mayores y jóvenes deben poner cuidado para hacer un uso sensato y provechoso de los dispositivos, de internet y de las redes sociales. Familias conectadas sí, pero de forma saludable. 

La COVID-19 y las restricciones de movimiento que se han impuesto en el último año han impulsado la demanda de tecnología por parte de las familias españolas. Y también ha intensificado el uso de los dispositivos en el hogar. Hasta extremos inimaginables no hace tanto tiempo. 

De un día para otro, millones de niños y adolescentes tuvieron que empezar a seguir las clases por internet. Eso llevó a muchos padres a adquirir ordenadores de sobremesa y sobre todo portátiles para que los más pequeños siguieran por Zoom, Teams o Google Meet las lecciones del día. Inmediatamente, el uso de estas herramientas de videoconferencia se disparó en España y en todo el mundo. Igualmente se disparó el consumo de contenidos de ocio a través de las plataformas de streaming, con Twitch como ejemplo destacado. 

Esos mismos padres también tuvieron que poner al día su equipamiento tecnológico en el hogar para seguir desarrollando su trabajo de oficina desde casa. El boom del teletrabajo, situación en la que todavía hay tres millones personas en este país, requirió también que los adultos se dotaran de ordenadores potentes, cámaras web, impresoras, software para la conexión segura con la oficina (VPN) e incluso sillas ergonómicas y mesas adaptadas. 

Muchos mayores también se han hecho digitales

Finalmente, los confinamientos y la vida durante la pandemia también ha llevado a los mayores, muchas veces reacios a usar la tecnología, a adquirir dispositivos y, sobre todo, a usarlos y sacarles más partido. Todo con el fin de estar unidos a los suyos en unos momentos especialmente difíciles

Si hasta ahora eran los jóvenes los que habían recurrido al smartphone o la tableta para estar en contacto con sus amigos, bien sea a través de apps o redes sociales, ahora muchas personas de avanzada edad se han puesto las pilas a marchas forzadas. Ayudados por amigos y familiares, y a veces solos, millones de mayores han aprendido a hacer videollamadas en WhatsApp o en Zoom cuando las autoridades sanitarias aconsejaban no salir de casa. E incluso se aventuraron a hacer la compra por internet, pagar por Bizum y tener la consulta con el médico a través del móvil o del ordenador de casa.  

Nadie duda de que la tecnología, internet y las redes han mantenido a las familias conectadas en estos tiempos complicados, y les han permitido seguir con una vida hasta cierto punto normal. Y tampoco nadie duda de que muchos de estos nuevos hábitos tecnológicos han llegado para quedarse en casa, en el trabajo y en las aulas. 

‘Por un uso Love de la tecnología’

La digitalización de los hogares de este país se ha acelerado con la pandemia, y el resultado ha sido en general positivo. Pero hay aspectos que no conviene descuidar, para evitar, por ejemplo, problemas como el del bullying en las redes sociales e internet. Y para no dejarnos llevar por la proliferación de bulos y fake news que distorsionan nuestra visión de la realidad.

Precisamente, para promover hábitos saludables y razonables en torno a dispositivos, internet y las aplicaciones, Orange mantiene desde hace años la campaña Por un uso love  de la tecnología. Entre otras cosas, esta iniciativa ayuda a las familias conectadas a establecer unos tiempos de uso razonables para los dispositivos y a detectar posibles adicciones y problemas

También ayuda a los padres a contrarrestar el fenómeno del vamping, que lleva sobre todo a niños y jóvenes a robar horas al descanso para seguir enganchados a la web o a las redes sociales. E intenta concienciar sobre el peligro que supone mirar el móvil mientras conducimos. También advierte de los riesgos y consecuencias del sexting, que es el envío a través de un dispositivo de contenido propio de carácter sexual.

Además, Por un uso Love de la tecnología también se preocupa por la sostenibilidad del planeta, diciéndonos cómo le podemos dar una segunda vida a ese teléfono móvil que se queda obsoleto y que suele parar a un cajón o va directamente a la basura, sin pasar por ningún proceso de reciclaje, recompra o reacondicionamiento.    

Por Juan I. Cabrera

Imágenes | iStock.com/valentinrussanov, iStock.com/tolgart

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