Uno de los efectos negativos que pueden tener las redes sociales, sobre todo en los adolescentes, es la idealización de la vida de los demás y la comparación constante. Recopilamos algunos consejos, también para adultos, que ayudarán a eludir este ciclo de actitudes nocivas.
No se puede negar el gran valor que pueden tener las redes sociales. Permiten conectarnos con gente de todo el mundo y abrir nuestra mirada a perspectivas distintas, complementarias. Favorecen la socialización, ayudan a encontrar cómo queremos expresarnos y son también útiles en el sector educativo.
Pero también es necesario moderar su uso y ser conscientes de su impacto, que especialmente entre los más jóvenes puede tener efectos perjudiciales. Estas aplicaciones, al igual que las de mensajería rápida, han supuesto un cambio de paradigma tan enorme al que todavía, como sociedad, tenemos la necesidad de adaptarnos.
“Lo que subí a redes vs. Lo que de verdad me pasaba”
Recientemente ha sido tendencia en TikTok explicar el trasfondo de una publicación en redes sociales. Con hashtags como “Lo que subí a Instagram vs. Lo que de verdad me pasaba”, usuarios jóvenes, especialmente chicas, aclaraban que detrás de una fotografía de aparente felicidad se ocultaban momentos de ansiedad o tristeza.
En las redes sociales parece haberse construido un ideal de felicidad y éxito alejado de la realidad. Y prácticamente inalcanzable, sobre todo para un sector joven de la población que tiene que asimilar una posible entrada difícil al mercado laboral, un futuro incierto por las consecuencias del cambio climático o crisis económicas derivadas de los efectos de la pandemia.
Esta tendencia pretendía concienciar, revelando que en Instagram o TikTok no siempre las cosas son como parecen. Dejarse llevar por la idealización de las vidas aparentemente perfectas de los demás no es una comparación justa. Resulta completamente lógico y aceptable que no siempre estemos de buen ánimo o seamos capaces de subir el selfi ideal.
Instagram se lleva la peor parte
Muchos analistas opinan que en el rebranding de Facebook hacia Meta hay dos factores primordiales. El primero es posicionarse de cara a liderar el metaverso. Pero también parece importante recuperar la buena imagen de la compañía tras la publicación de los conocidos como “papeles de Facebook”.
Una de las revelaciones más importantes es que el equipo directivo era plenamente consciente de que una exposición elevada a Instagram puede ser tóxica para los menores de edad, especialmente las niñas. Tan contundente resulta el informe que se ha paralizado de momento la creación de un “Instagram para niños”, y favorecido la mejora de herramientas de control parental.
Más datos inciden en la necesidad de prevenir actitudes nocivas. Por ejemplo, que hay una relación directa entre la popularización de los filtros de belleza, que además pecan de colorismo, y un incremento de los retoques estéticos. Países como Noruega o Reino Unido ya han legislado para evitar que marcas e influencers hagan trampa en las redes sociales.
Consejos útiles para evitar la idealización
Que la situación sea preocupante no quiere decir que sea irreversible. Hay actitudes positivas que podemos inculcar en los jóvenes para desenvolverse en el mundo online fomentando una mejor salud mental. Lo primero será verbalizar que estamos abiertos al diálogo, dispuestos a aprender qué les gusta de las redes sociales y qué les provoca ansiedad.
Si otras generaciones vivieron el ‘efecto Photoshop’, comprender el que ahora ejercen los filtros será sencillo. Permite explicar que compararse continuamente con un ideal de belleza irreal es dañino. No hay que contentar a todo el mundo: los gustos y expresiones son distintos y perfectamente válidos. En ese sentido las redes sociales funcionan porque dan cabida a todo tipo de diferentes manifestaciones.
Siempre es buen momento de hacer una limpieza y dejar de seguir a cuentas que nos hacen infelices. Hay innumerables canales de humor, activismo o belleza (real y diversa) que aportan sensatez y conocimiento. Otro consejo es no dar importancia al número de likes. Hasta los estudios lo demuestran: subir muchos selfis no te hace más ‘guay’.
Promover un uso Love de la tecnología (también para los adultos)
Hay que tener en cuenta que estos consejos son perfectamente válidos para usuarios de más edad, propensos también a caer en fake news. Además, el ‘postureo’ en redes sociales no solo ocurre en Instagram o TikTok. Solo hay que asomarse a ciertos perfiles de LinkedIn, red social enfocada al sector laboral, para comprobarlo.
Hay estudios que demuestran que aquellos usuarios que son capaces de expresarse de manera más auténtica en internet son quienes luego afirman sentirse más felices. Aunque imitar el entorno sea una táctica adaptativa, sentirse ‘real’ potencia el bienestar general: la autoestima es una gran defensa contra la ansiedad y el estrés.
Readaptarse a un presente cambiante es vital, pero también puede ser divertido si se hace con la mente abierta y en familia. Así surgen iniciativas como #Porunusolovedelatecnologia, que promueve la conversación entre distintas generaciones. Con un uso responsable, la nueva sociedad digital nos ofrece oportunidades jamás vistas.
Por Pablo Vinuesa
Imágenes | Portada: foto de Robin Worral; interiores: fotos de Tim Gouw y Prateek Katyal, todas en Unsplash.