La práctica de buscar información propia en Internet —que eso y no otra cosa es hacer egosurfing— es algo muy recomendable a nivel personal pero también aplicable al mundo empresarial, ya sea para buscar trabajo o para conocer qué se dice de nuestra empresa.
A nivel personal, se trata de una práctica muy popular entre la Generación Z, que ha crecido en un entorno digital y es muy consciente de la importancia de gestionar su presencia online, pero es algo también útil para millenials y boomers.
Sobre todo en el caso de que se encuentren a la caza de empleo, donde la imagen proyectada en Internet por la persona es cada vez más importante para los departamentos de recursos humanos de las empresas.
Por otro lado, para éstas, el egosurfing se ha convertido también en una práctica necesaria con la que cuidar su reputación online o informarse, si se da el caso, de una posible suplantación de identidad. Vamos a ver ambos casos.
¿Qué es el egosurfing?
Ya lo contamos en su momento pero recordemos que el egosurfing no es otra cosa que la búsqueda de información propia (normalmente empezando por nuestro propio nombre y apellidos) en Internet, ya sea en páginas web, redes sociales, bases de datos, medios online o cualquier otro tipo de fuentes.
La palabra egosurfing, proviene de ‘ego’ del latín “yo”, y ‘surf’ del inglés “navegar por Internet”. Esta práctica, además de saciar nuestra curiosidad es muy recomendable para proteger la seguridad de nuestros datos y nuestra huella digital.
Y es que, como ya sabemos, es muy importante conocer y proteger la información que hay sobre nosotros en la Red. Y esto se vuelve aún más crucial en los casos antes mencionados: que estemos buscando trabajo o que seamos autónomos y tengamos un pequeño negocio que está empezando a funcionar.
¿Por qué hacer egosurfing antes de buscar trabajo?
En el contexto actual, es un hecho que el CV tradicional cada vez tiene menos importancia y, por contra, nuestra presencia en redes sociales cada vez más.
Por eso, saber qué es lo que se dice de nosotros (egosurfing) y, sobre todo, cuidar lo que publicamos en Internet y cómo lo hacemos es crucial para cuidar la imagen profesional que tratamos de proyectar cuando estamos buscando empleo.
Porque sí, a la hora de contratar, las empresas practican el egosurfing con los candidatos para hacerse una idea más amplia de ellos, saber cómo son y si pueden encajar o no en la filosofía de la empresa.
Según el portal de empleo Infojobs más de la mitad de las empresas (52%) consultan las redes sociales antes de contratar a una persona, con Linkedin como referencia (85%), seguida de Facebook (63%), Twitter (19%) y TikTok ganando fuerza con un 12% (frente al 7% del informe anterior).
En sus conclusiones, recalcan como las redes sociales “forman parte de nuestro día a día y son una fuente de información sobre las personas que participan en ellas, de modo que los profesionales de Recursos Humanos también las utilizan para conocer mejor a sus candidatos y candidatas”.
Por otro lado, buena parte de los responsables de RRHH considera que un candidato activo en redes sociales tiene más oportunidades laborales que el que no lo está. Además, cuanta mayor sea la relación entre el contenido de nuestra actividad en las redes con el contenido del trabajo a realizar, mayores serán las posibilidades de que las empresas se fijen en nuestro perfil.
@andiepignanelli ¿QUÉ ES EL #EgoSurfing Y POR QUÉ DEBERÍAMOS HACERLO MÁS SEGUIDO? 👉 Por motivos de #ciberseguridad y de reputación online. ☝️Es una herramienta útil para la búsqueda de empleo. 👆Sirve para tomar medidas para proteger tu privacidad. 👉Es una estrategia especialmente popular entre la #GeneraciónZ pero también es útil para #Millenials y #Boomers ¡Todos deberíamos hacerlo! ¿Se te ocurren más razones? Te leo 👇 #seguridaddigital #redessociales #busquedadeempleo #datos #privacidad #vanitysearch #tiktokmehizover #viral #fyp ♬ sonido original – Andie Pignanelli
Por todo ello aconsejan cuidar nuestra huella digital, trabajar nuestra marca personal y tener bien separada la vida personal de la profesional.
Para ello podemos recurrir a crear perfiles distintos en cada una de las redes sociales en las que tengamos presencia. De esta forma no tendremos que preocuparnos tanto de lo que publiquemos a nivel personal —hasta cierto punto, claro—, ya que estará separado del perfil profesional.
También podemos usar un único perfil donde mezclemos lo personal y lo profesional (que muchas veces son indisolubles) pero siempre siendo consecuentes con lo que publicamos, y procurando que nuestra experiencia quede a la vista del reclutador y nada de lo personal pueda perjudicar nuestra imagen.
Nuestra “reputación online” puede suponer el rechazo por parte de una empresa si en nuestras redes hacemos algún tipo de apología de la violencia, discriminación, publicación de contenido relacionado con el consumo de drogas o alcohol, imágenes con contenido sexual o, simplemente, poco apropiadas.
¿Cómo hacer egosurfing para nuestra empresa?
Cambiamos de tercio para hablar de por qué, tal y como nos cuenta el INCIBE, el egosurfing también resulta útil para las empresas. Por supuesto para compañías de todo tipo, desde las más pequeñas hasta las más grandes que suelen contar con departamentos especializados en monitorizar lo que se dice de ellas en Internet y las redes sociales.
Sin embargo, si hablamos de pymes y autónomos, el trabajo será más sencillo y rudimentario pero igualmente útil. Nos servirá tanto para conocer opiniones sobre la empresa como para descubrir si existe alguien que, de forma malintencionada, está usando el nombre de la organización para estafar a gente, lo que se conoce como phishing.
Todos podemos realizar egosurfing sobre nuestra empresa con métodos muy similares a los que haría cualquiera a nivel personal:
Búsqueda en el navegador
Ya sea utilizando directamente la ventana de búsqueda del navegador (Chrome, Safari, Edge…) o accediendo a los buscadores más comunes (Google, Bing…), lo primero sería escribir directamente el nombre de nuestra empresa entre comillas (para que la búsqueda se centre en los términos concretos) para ver qué es lo que aparece de ella en Internet.
Revisaremos los resultados teniendo en cuenta que no sirve con quedarse en la primera página, sino que debemos ir más allá y además buscar en los diferentes tipos de resultados: imágenes, videos, noticias…
Por otro lado, además de buscar por el nombre de la empresa también debemos extender la búsqueda a otros datos que nos identifiquen, como nuestro número de teléfono de contacto, nuestros emails corporativos, el CIF o, incluso, la dirección postal de la empresa.
Google Alerts
Gracias a esta herramienta es posible configurar que nos llegue una notificación cada vez que se publique algo con los parámetros de búsqueda que hayamos establecido.
Para el caso que nos ocupa, podemos establecer una alerta para cada uno de los datos de nuestra empresa que decíamos antes (nombre, teléfono, emails, CIF…) y así estar informados cuando se publique algo de acuerdo a la frecuencia con la que queramos nos lleguen las alertas.
Redes sociales
De forma similar a como lo haremos en Google y otros, para hacer egosurfing con nuestra empresa escribiremos su nombre en los buscadores de las redes sociales donde queramos encontrar qué hay publicado (idealmente en las máximas posibles).
Ojo porque también debemos hacerlo en redes sociales en las que no tengamos una cuenta propia. Y es que nuestra ausencia no significa que no se pueda estar hablando de nosotros o, aún más grave, que existan perfiles falsos que publiquen contenido en nuestro nombre.
Por ello, es interesante probar con diferentes combinaciones del nombre de nuestra empresa. INCIBE pone como ejemplo una empresa llamada “Mil y un libros” y su perfil en redes sociales @milyunlibros.
@rodmendieta La epoca del Egosurfing es real! . . . . #oshinoko #oshinokoanime #rodmendieta #kanaarima #aquahoshino #rubyhoshino #akanekurokawa #egosurfing ♬ sonido original – Rodrigo Mendieta
Pues bien, en este caso sería recomendable buscar “@mily1libros”, “@miilyunlibros”, “@milyunIibro” o “@milyunlibros” teniendo en cuenta posibles variantes como que alguien escriba la “l” de libros como un “i” mayúscula (que es lo que ocurre en el último caso).
Esto, que sería inapreciable a simple vista, podría ser la vía a través de la cual un ciberdelincuente suplantara nuestra identidad empresarial. Por ejemplo haciéndose pasar por nosotros para pedirles datos personales con fines lucrativos, lo que evidentemente, resultaría en un importante desprestigio para nuestra empresa.
¿Qué hacer si vemos algo que no nos gusta?
Una vez hayamos realizado el egosurfing con los datos de nuestra empresa, si encontramos alguna información que no sabíamos que era pública, nos desagrada, resulta inadecuada o directamente nos perjudica, podemos actuar de distintas maneras.
En primer lugar, si la fuente de la información fuimos nosotros mismos y (por las razones que sea) ahora resulta inadecuada, lo más sencillo y directo es eliminarlo de la plataforma en la que se encuentre.
Si se trata de algún contenido publicado en nuestros perfiles sociales, aunque no lo hayamos hecho nosotros, también podremos eliminarlo si nos molesta. Hablamos por ejemplo de un comentario malintencionado o de una publicación en la que se nos haya etiquetado sin consentimiento.
Por cierto que, en este sentido, es importante configurar nuestros perfiles para bloquear cierto tipo de comentarios y evitar que nos etiqueten en publicaciones sin haber dado permiso para ello.
En el caso de que la información no la hayamos publicado nosotros ni esté en nuestros perfiles, y consideramos que vulnera nuestra privacidad o atenta contra nuestra reputación, debemos solicitar directamente al administrador de la web donde esté publicada la información que rectifique o elimine el contenido.
Para ello, tendremos que demostrar la inexactitud de los datos o bien cómo estos atentan contra nuestro honor y/o reputación, y siempre teniendo en cuenta que no prevalezcan los principios de publicidad registral y de interés público.
Por otro lado, si entendemos que en todo caso la difusión de nuestros datos empresariales puede ser constitutivo de delito, podemos directamente interponer una denuncia por delito contra el honor de nuestra empresa.
En caso de que encontremos un perfil falso que se haga pasar por nuestra empresa, debemos denunciarlo inmediatamente a la red social correspondiente a través de los canales oficiales exigiendo que se eliminen lo antes posible.
En definitiva, practicar el egosurfing de forma periódica, con el fin de no perder el control de nuestra información, conocer nuestra huella digital y la imagen que proyectamos, es una práctica también recomendable en el ámbito empresarial.
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