Impulso económico y menos huella de carbono: el impacto futuro del 5G en Europa

Innovación

Las tecnologías móviles han tenido, desde sus inicios, un profundo impacto social, económico y medioambiental. Al igual que sucedió con el 4G durante la década pasada, el 5G está llamado a impulsar la transformación digital en los próximos 10 años.

Sin embargo, la tecnología en sí misma no es más que una herramienta. Su verdadero impacto depende de múltiples factores, desde el apoyo de los gobiernos hasta la inversión empresarial y la adopción a nivel individual. Por eso, anticipar su verdadero impacto es una tarea compleja.

Para intentar entender este futuro, la compañía de análisis Omdia y Orange han elaborado un estudio sobre el papel del 5G en Francia, España, Bélgica, Polonia y Rumanía durante la próxima década. Entre las conclusiones, destacan el impulso económico, la creación de empleo y la reducción del impacto medioambiental de la tecnología. Vamos con los detalles.

La cadena de valor del 5G

El ecosistema y la cadena de valor del 5G son mucho más amplios y transversales que en las anteriores tecnologías móviles. Abarca usuarios finales (consumidores y organizaciones), operadores de telecomunicaciones, fabricantes de dispositivos y proveedores de componentes, software y plataformas, contenido y aplicaciones e infraestructura, entre otros. Algunos proporcionan bienes y servicios a los usuarios finales y otros contribuyen a la cadena de suministro (por ejemplo, los proveedores de componentes).

Además, el 5G impulsará un abanico de otras tecnologías como la computación en la nube, la inteligencia artificial e internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Las cadenas de valor de todos estos subsectores también se verán reforzadas, aumentarán sus ventas y necesitarán contratar más personal cualificado.

De acuerdo con el estudio, el efecto dominó del 5G llegará mucho más allá de los operadores y los proveedores de smartphones. Para 2030, el volumen de negocio relacionado con el 5G representará alrededor del 3,3% de las ventas totales de las economías Francia, Polonia, Rumanía, Bélgica y España. Es decir, sumará en esos cinco países un total de 407 000 millones de euros (Francia representará casi la mitad, mientras España sumará un 25%).

El impacto social

El empleo es un pilar en nuestras sociedades. Tal como señala la Organización Internacional del Trabajo, “en cualquier país, la base para impulsar la prosperidad, la inclusión y la cohesión social de manera sostenible es contar con una oferta suficiente de empleos. Cuando la escasez de empleos o medios de vida disponibles mantienen a los hogares en la pobreza, hay menos crecimiento, menos seguridad y menos desarrollo humano y económico”.

Conectando con el punto anterior, el impacto del 5G será también amplio en el empleo. De acuerdo con el estudio de Omdia, se crearán 1,03 millones de empleos en los cinco países analizados. Se estima la generación de 422 000 puestos de trabajo en Francia, 322 000 en España, 142 000 en Polonia, 78 000 en Bélgica y 69 000 en Rumanía. Por sectores, la mayor creación de empleo se dará en el sector público y de defensa, seguido del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el transporte y el almacenamiento.

El informe también señala que no todos los impactos en el empleo serán positivos. El 5G permitirá avanzar en la automatización de ciertas tareas y el reemplazo de personas por máquinas en algunos roles. Entre otros, señala la sustitución de trabajos de monitorización de activos en la construcción y en los servicios públicos y la automatización de algunas tareas agrícolas.

La reducción de emisiones y el impacto medioambiental

La lucha contra el cambio climático es uno de los objetivos prioritarios de esta década (y de las que vendrán después). Reducir las emisiones de los gases que cambian el clima del planeta, como el CO2, es ya una prioridad en los planes de los gobiernos y las empresas de todo el mundo. Cada vez más organizaciones analizan en detalle su huella de carbono y buscan estrategias para minimizarla.

Durante los últimos 18 meses, inmersos en una situación pandémica sin precedentes recientes, muchas empresas pudieron comprobar de primera mano los beneficios medioambientales del teletrabajo. Con los empleados trabajando en remoto, sin necesidad de trasladarse a las oficinas, las emisiones de CO2 de las organizaciones se redujeron considerablemente.

Además de favorecer el teletrabajo, las redes 5G mejorarán la conectividad y la eficiencia a lo largo de toda la cadena de suministro y distribución, optimizando el consumo energético y, como consecuencia, reduciendo las emisiones. De acuerdo con el estudio de Omdia, en 2030 el 5G permitirá evitar la emisión de 33 millones de toneladas de CO2 en los cinco países analizados.

“El 5G pertenece a la generación de las fábricas inteligentes, los edificios inteligentes y las ciudades inteligentes. Contribuirá a la creación de negocios y puestos de trabajo y mejorará la eficiencia de las industrias existentes”, concluye Mike Roberts, director de investigación de Omdia. “Puede ser una fuerza poderosa para impulsar la economía, el mercado laboral y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. No estamos diciendo que sea una tecnología perfecta, hay pros y contras, pero los aspectos positivos superan a los negativos en general”.

Imágenes | Unsplash/Tom Parkes, Brooke Cagle, Cytonn Photography, ANGELA BENITO

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