Se ha convertido en una de las noticias que más titulares ha acaparado en los últimos meses: la subida del precio de la luz. De hecho, uno de los barómetros publicados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sitúa este incremento como el noveno problema nacional.
Para afrontar esta problemática se pueden poner en marcha una serie de recomendaciones y prestar atención al tipo de iluminación o a las bombillas que se utilizan. También convenir la potencia que hay que contratar de acuerdo a nuestras necesidades.
¿Qué potencia eléctrica necesito contratar?
El encarecimiento del recibo de la luz obliga a plantearse esta pregunta para que a final de mes solo paguemos por lo que realmente necesitamos y, de este modo, ahorrar. Así, en función de dicha potencia (se representa a través de las siglas kW, que significan ‘kilovatio’) el importe será uno u otro. El tamaño de la vivienda, el número de personas que habitan en ella o los electrodomésticos que posee y cómo se usan son algunos de los factores a tener en cuenta al calcular la potencia eléctrica a contratar.
Es bueno recurrir a una calculadora de potencia. Se trata de una herramienta que cuantifica la energía necesaria en función del tipo de iluminación elegida, los dispositivos electrónicos (televisor, impresora, ordenador…) y los electrodomésticos que tengamos. Este enlace de FACUA incluye uno de estos simuladores.
Para hacerse una idea de lo importante que resulta ajustar la potencia contratada, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que cada kW de potencia contratado supone cerca de 40 euros anuales.
Los trucos que debes conocer
Para disminuir el precio de la factura eléctrica, existen varias recomendaciones como las que a continuación se indican.
Electrodomésticos y eficiencia energética
En el caso de la renovación de cualquier electrodoméstico, lo aconsejable es conocer qué etiqueta energética posee, un distintivo impulsado por la Unión Europea. Ahora bien, ¿qué sucede si en nuestros planes no se encuentra esta renovación? Los tips para ahorrar en la luz incluyen:
- Utilizar los programas eco. Pueden llegar a reducir en un 40% el consumo eléctrico, según la OCU.
- Cuidado con el consumo fantasma o stand by. Este consumo no solo se aplica a los aparatos y dispositivos conectados a la corriente eléctrica, se extiende también a los electrodomésticos. Por lo tanto, es conveniente saber cuál es su consumo en reposo.
- Lavadora y lavavajillas. Se ahorra más si se usan estando completos.
- Cocina. “Es preferible optar por placas de inducción en lugar de vitrocerámica o gas. Aunque su precio sea más elevado, a la larga será amortizado por el ahorro que garantizan” apuntan desde Ibereléctrica Energía. Además, es aconsejable apagar la cocina unos minutos antes de terminar de usarla: gracias al calor residual generado, los alimentos acaban de hacerse.
- Frigorífico: consejos tan sencillos como ordenar bien lo que metamos, usar de manera adecuada los diferentes compartimentos, evitar introducir comida caliente o limpiarlo al menos un par de veces al año (tanto el interior como la parte trasera) son otro de los trucos que ayudan a ahorrar en luz.
Regletas con interruptor
Este accesorio es muy útil porque permite apagar rápidamente y de manera conjunta los aparatos conectados si no van a utilizarse. Dentro de esta categoría de producto, existe un modelo inteligente con stand by. Como explican desde Twenergy: “Su función es medir la corriente que circula por los aparatos cuando están encendidos, de forma que cuando entran en reposo detecta la disminución de consumo y corta el paso de corriente, apagándolos por completo. Al encenderlos, la regleta detecta la demanda de potencia y vuelve a conectar el paso de electricidad” .
Intenta adaptar horarios, siempre que sea posible
Al contratar la luz, algunos consumidores optan por la tarifa de mercado libre y otros por la regulada o PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor). Esta última incorpora tres tramos horarios, donde la zona valle es la más económica. Por tanto, siempre que se pueda, conviene adaptarse a esos periodos.
No te olvides de…
Optar por dispositivos inteligentes para rentabilizar el consumo eléctrico, aprovechar al máximo la luz solar, minimizar el uso de ciertos pequeños aparatos electrodomésticos como los secadores (trabajan a temperaturas altas para producir calor), y usar de manera adecuada el aire acondicionado (por ejemplo, con un buen mantenimiento o vigilando la temperatura a la que se pone).
¿Bombillas led o de bajo consumo?
Antes de dar respuesta a esta pregunta, cabe señalar que alrededor del 25% de la energía consumida en el hogar está destinada a su iluminación. A partir de aquí, la duda es si son mejores las bombillas led o las de bajo consumo. Se sabe que las primeras consumen hasta un 80% menos de energía y las segundas, un 70%.
Y aunque las bombillas led parten de un precio superior, sus ventajas son varias: vida útil superior, el encendido es instantáneo, se asemejan más a la luz natural, y están libres de gases contaminantes y mercurio. Por contra, las bombillas de bajo consumo, aunque favorecen de igual modo el ahorro, sí que contienen gases contaminantes y mercurio, su principal desventaja. Tienen a su favor, eso sí, que al ser más frías no queman ni dan calor.
Por Regina de Miguel
Imágenes | Jplenio/Pixabay y Vecislavas Popa/Pexels
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