No cabe duda de que los cables son un elemento del pasado y poco a poco nos vamos deshaciendo de ellos. Avanzamos a pasos agigantados hacia un escenario donde todos los contenidos se comparten de manera inalámbrica de la manera más sencilla y transparente posible, para que el usuario no tenga que conocer cómo de complicados son los procesos.
El auge de las tecnologías de transferencia de archivos tiene en los dispositivos móviles su principal campo de batalla. Gracias a tablets, wearables y teléfonos hemos conseguido evolucionar de forma importante la manera en que compartimos y conectamos los gadgets.
Si tuviéramos que poner sobre la mesa dos nombres que resuman la conectividad inalámbrica hoy en día en el corto alcance, esos serían bluetooth y Wi-Fi Direct. Mientras el primero es conocido por ese nombre, el segundo suele camuflarse detrás de otras denominaciones como AirPlay/AirDrop (Apple) y Chromecast (Google).
¿Qué es la tecnología Wi-Fi Direct?
Wi-Fi Direct es una tecnología que fue diseñada para conseguir una comunicación directa y sin cables entre dispositivos, es decir, que no necesitaran un elemento intermedio para realizar la transferencia de información. Siendo estrictos, mejor que tecnología, tenemos que hablar de una certificación de la WiFi Alliance.
La principal ventaja de Wi-Fi Direct frente al bluetooth es que el intercambio de archivos se hace a mayor velocidad, hasta 10 veces más rápido (250 Mbps). En la parte negativa tenemos la restricción de rango, ya que es una norma pensada para ser usada entre dispositivos que están uno al lado del otro.
Insistimos en que la conexión entre dispositivos es directa, por lo que en el proceso no se gastarán datos de la cuenta de la operadora del móvil. No es una posibilidad que se emplee solo en teléfonos, también la podemos encontrar con otras denominaciones en gadgets como impresoras, televisores y cámaras.
Cómo funciona Wi-Fi Direct
Tenemos que entender que, para que se establezca una conexión, Wi-Fi Direct necesita que uno de los dispositivos actúe como punto de acceso y otro como cliente. Se creará una red inalámbrica privada entre los dos dispositivos.
Queda claro que no hay intermediarios, pero, según el sistema, puede ser necesario que haya aplicaciones en cada punto. No es el caso de iPhone, donde podemos hacer uso de AirDrop, mientras que en Android tendremos que buscar una aplicación para el envío de archivos.
Este protocolo implementa una versión de WiFi Protected Setup (WPS) y WiFi Protected Access (WPA) que permiten que el dispositivo secundario se pueda conectar de forma segura al que actúa como punto de acceso.
¿Para qué sirve Wi-Fi Direct?
Las utilidades son múltiples, pero podemos afirmar que el intercambio de archivos a gran velocidad es uno de sus principales usos. Es útil en el caso de que sean muchos archivos, sobre todo si son de gran tamaño.
No tenemos que pensar solo en teléfonos que quieren compartir archivos. También se utiliza para enviar un documento a una impresora que es compatible con la tecnología. Otra utilidad muy conocida es la retransmisión inalámbrica de la pantalla del móvil a la televisión para enviar fotos y vídeos a la pantalla grande.
Un último uso que está bien conocer es el de completar la utilidad del NFC en algunos dispositivos. Por ejemplo, se aproximan móvil y cámara para que se emparejen mediante el citado NFC, para luego dejar que la transferencia de las imágenes se realice de manera inalámbrica con Wi-Fi Direct.
Cómo usar Wi-Fi Direct en tu móvil
En el caso de contar con un iPhone, usar Wi-Fi Direct está enmascarado en las opciones AirDrop y AirPlay de la casa. El primero nos permite compartir archivos y el segundo, transmitir nuestros contenidos a otras pantallas.
En Android necesitaremos recurrir a aplicaciones de terceros para poder sacarle partido al Wi-Fi Direct. Hay que tenerla instalada en los dos teléfonos que vamos a utilizar. Las más recomendadas son ShareMe de Xiaomi, pero también están SHAREit, Xender y Send Anywhere.
Con ShareMe podemos comprobar que el proceso es bastante sencillo:
- En el móvil emisor pulsaremos en ‘Enviar’ y seleccionamos los archivos que queremos compartir.
- En el móvil receptor haremos lo propio en ‘Recibir’.
- Aparecerá un radar el móvil receptor y, si no es así, podemos escanear el código QR para que se cree la conexión y comience la transmisión.
La transferencia se realiza muy rápido. Comprobaremos, además, que es el método ideal para compartir contenidos de gran tamaño que no queremos que pierdan calidad en el envío. Y todo ello sin consumir nuestra tarifa de datos.
Por Kote Puerto
Imágenes | Send Anywhere | Austin Distel