El ‘firmware’, un ‘software’ básico para nuestros dispositivos más utilizados

Consejos y trucos

Seguro que has escuchado hablar del firmware, pero puede que no sepas en qué consiste de manera exacta. A estas alturas, inmersos en una cotidianidad donde lo digital forma parte de nuestro día a día, términos como ‘sistema operativo’, ‘software’ y hasta ‘hardware’ son ya más o menos comprensibles para un usuario casual.

El firmware parece un concepto un poco más avanzado, pero por su importancia merece la pena conocerlo. A continuación te explicamos qué es, en qué se diferencia del software, en cuántos dispositivos electrónicos lo encontrarás y cómo se actualiza.

¿Qué es el firmware?

Por definición, se conoce como firmware o soporte lógico inalterable a un programa informático que establece la lógica de más bajo nivel de un dispositivo. Muy ligado a la electrónica del mismo, se encarga de interactuar con el hardware (la parte física y material) y controlar los circuitos para que ejecuten las instrucciones externas de manera correcta.

Traducido a un lenguaje más llano, el firmware sería un tipo específico de software (conjunto de programas) que se encuentra integrado en una o más piezas del hardware del equipo y que se encarga de manejar este mismo. Su importancia es capital y se considera uno de los tres pilares dentro de un esquema de diseño electrónico, de ahí que venga preinstalado de fábrica.

La primera aparición del término fue en 1967, en la revista ‘Datamation’. Acuñado por Ascher Opler, se deriva de la frase “software firme, fijo o sólido”. En principio, se refería a una pequeña zona de la memoria RAM especializada encargada de definir e implementar un conjunto de instrucciones del computador. Después se ampliaría para incluir cualquier tipo de microcódigo inserto en la memoria ROM.

Los dispositivos que llevan firmware

El ejemplo más clásico cuando hablamos de firmware son la BIOS o la UEFI de un ordenador, encargadas de que se inicie de manera correcta tras hacer una comprobación de todo el hardware del equipo, es decir, discos duros, memoria, placa base o tarjeta gráfica. Pero encontrarás firmware en casi todo que te rodea, como en:

¿Por qué es importante mantener el firmware actualizado?

Una de las recomendaciones habituales para mantener los equipos seguros y en buen estado de funcionamiento es la de actualizar el software. El caso del firmware sería similar: gracias a sus actualizaciones, los fabricantes pueden corregir bugs que hayan aparecido tras su llegada al mercado. También pueden añadir nuevas funcionalidades e incluso incrementar el rendimiento de algunos componentes.

Saber cómo y cuándo actualizar el firmware no es un proceso tan sencillo como el del software. Hay programas como AIDA64 que nos pueden ofrecer esta información, aunque, si hablamos de dispositivos conectados, lo más lógico es que el propio equipo nos avise e incluso nos obligue a proceder. Si no es así, acudir cada cierto tiempo a foros o la página del fabricante para realizar la operación de manera manual puede ser una buena idea.

Diferencia entre firmware y drivers

Para los no iniciados pueden parecer similares, al tratarse en ambos casos de software creado para hacer funcionar un dispositivo, pero nada más lejos de la realidad. La principal diferencia es que el código del firmware va instalado en un módulo de memoria propio, mientras que el driver forma parte del sistema operativo del equipo y, por lo tanto, se graba en el disco duro.

Además, el firmware es el nivel de software más bajo que interactúa con el hardware, mientras que los drivers se ubican en niveles superiores. Para comprenderlo mejor, un driver defectuoso puede hacer que un teclado o un ratón no se comporten de forma correcta, pero, si falla el firmware, es probable que el dispositivo no encienda o resulte inoperativo.

¿Se puede ‘hackear’ el firmware?

Aquí habría que afinar la pregunta para dar con una respuesta adecuada. Aunque esté incrustado en una parte más ‘invisible’ del equipo, al ser código, el firmware sí puede ser ‘hackeado’. El acceso a él es más complejo, pero no imposible. Solo hay que asomarse a un foro dedicado a cualquier equipo electrónico e indagar un poco para comprobarlo.

Pero, ¿deberíamos hacerlo? En términos generales, la respuesta es que no. Es probable que sea ilegal, puede hacer nuestro dispositivo más vulnerable a virus y malware e incluso convertirlo en un ‘ladrillo’. Por supuesto, con excepciones: hay expertos capaces de modificar el firmware para revivir máquinas obsoletas, incluso dándoles usos inusuales.

Por Pablo Vinuesa

Imágenes | Fotografías de Umberto, Matt Wotjas y Clint Patterson, todas en Unsplash.

Archivado en
Subir